viernes, 20 de julio de 2007

BREVE PANORAMA HISTÓRICO DE LA EDUCACIÓN EN PUNO HASTA INICIOS DEL SIGLO XX

Julian Palacios Rios y Manuel Z. Camacho



José Luis Velásquez Garambel


“En la generalidad se piensa que la historia de la educación en el Perú o más ampliamente en la América, data sólo desde el descubrimiento i colonización de las tierras americanas; aunque la realidad histórica es completamente distinta”.
José Portugal Catacora.

Hace Poco, Walter Paz hacía alusión a la inexistencia de trabajos relacionados a la historiografía de la educación puneña, vale decir que ésta es muy rica, que recientes investigaciones compartidas están dando buenos frutos, vale también decir que estamos ensayando una tesis relacionada a un “Excurso Histórico de los movimientos sociales y de la escuela rural en Puno” (Proyecto de tesis doctoral para la UNSA). Y para fines más ilustrativos daremos algunas breves referencias de este trabajo casi concluido.

EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO AUTÓNOMO

“(…) En síntesis, hay que reconocer que Manko Kapak i Mama Okllo, se adelantaron por muchos siglos a su época en sus concepciones filosóficas i en su política educacional i social, ya que muchos problemas humanos aún irresueltos en pleno siglo veinte fuero realidades probadas durante el Tawantinsuyo. Por eso antes que místicos héroes de leyenda o simples caudillos bárbaros, estos dos personajes fueron los más grandes educadores de la América Precolombina.
El único error que hay que anotarles es el hecho de haber inventado la leyenda de su origen, para enseñorear su estirpe en casta privilegiada, que aunque no en pugna con el pueblo, como sucedió en los pueblos europeos, obró en detrimento del principio democrático, indispensable en toda doctrina de educación social” (José Portugal.”Manko Kapak y Mama Okllo – educadores de la América precolombina”, en Puno Pedagógico N° 01, mayo de 1941).
“para ocuparse de cuestiones indígenas es urgente desechar ante todo muchos errores de etimología cometidos por los que hasta ahora escriben sin conocer los idiomas vernáculares. Todos escriben Manco Capac sin darse cuenta de que esas palabras nada significan en Qheswa ni Aymara: parece que el nombre del fundador del imperio y el maestro más grande que ha existido en América y acaso en el mundo, debe derivarse del Aymara y significa Autoridad laboriosa. Mayku decimos todavía en nuestra lengua Aymara al gobernador del pueblo o al prefecto, para expresar la idea de autoridad superior a las de las demás del pueblo. Qqapa (con sonido ultragutural) es la expresión que califica al más activo o laborioso. Nadie puede atribuir a Mayku QQapa que haya tenido rival en la actividad para organizar pedagógicamente todo el gran complejo social que la historia llama TAWANTIN SUYO.
Garcilaso i los demás cronistas que se ocupan de la fundación del imperio incásico concuerdan en afirmar que el primer inca se ocupó de enseñar a los hombres el oficio de ser “Hombres” i su mujer Mama Ojjllu o se la madre que tiene en su regazo al pueblo, enseñó a las mujeres a ser “mujeres de verdad”. Los aspectos religiosos i políticos deben estar pues subordinadazos a la labor pedagógica de esta pareja admirable que ha pasado por los campos enseñando todo lo que era necesario para convertir a los naturales desorbitados en elementos sociales activos, disciplinados i subordinados a las máximas leyes: “Ama Suwa, Ama Llulla, Ama Quella”.
Sería ocioso entrar en los detalles de los resultados que han encontrado los conquistadores como organización social, política i religiosa, puesto que esos datos son bastante conocidos i en algunos casos sirven para desorientar más que para afirmar el significado educativo de la labor de la pareja legendaria i maravillosa que ha dejado organizado un organismo compuesto de células tan solidarizadas como las de un cuerpo biológico, como el Ayllu, que es todo cooperación para conseguir el bienestar colectivo(…).
La pedagogía que todavía se ejerce en los ayllus andinos no está obstaculizada por pomposos planes de estudios ni programas; no está sometida a disposiciones de reglamentos ni leyes orgánicas; no está encerrada dentro de las cuatro paredes de aulas antihigiénicas, ni sometida a reglas ni a caprichos de dómines con nombramientos oficiales i rutina perjudicial a la salud de los educandos. En el Ayllu cada niña sabe cómo se va ha portar cuando sea madre, i cuando ha llegado el momento oportuno tiene la mayor seguridad para adoptar tal o cual actitud para evitar que el niño nazca co afecciones como el TTISI o URIJA, debido a los encuentros con mujeres enfermas o cadáveres, sabe cómo evitar que los huesos de sus hijos se tuerzan o que su vista se dañe por el exceso de luz; sabe la posición en que deben dormir el niño para evitar los atoros i conseguir que tenga estómago sano; sabe en fin; cómo debe alimentarse i cuidarse para asegurar el bienestar de la WAWA i de ella misma (…)” (Julián Palacios Ríos, “LA PEDAGOGÍA DE MAYKU QQAPA y MAMA OJJULLU” en el Boletín Titicaca. Puno,Julio – 1929).
De ese modo el profesor Julián Palacios Ríos realiza un análisis de los términos Mayku Qqapa para llegar a la conclusión de que éste fue aymara; sin embargo el aspecto más saltante es que resalta la pedagogía; pero una pedagogía orientada a los conocimientos que resultan ser esenciales para la subsistencia de la humanidad, referidos a los valores culturales propios de los andes, a valores antrópicos y por ello universalizables.
En algunas crónicas se manifiesta de que en el altiplano se encontraban santuarios, y casa destinadas a formar al futuro Inca, es decir una especie de Yachaywasi destinado sólo a los Incas o a sus panacas. Y que la lengua que ellos hablaban (referencia cogida del Dr. Rodolfo Cerrón Palomino de “Pesquisas en lingüística andina”) era el aymara como una lengua secreta, destinada sólo al uso de su circulo de allegados, se manifiesta de que tal lengua le era enseñada como rito de iniciación.

LA ESCUELA DURANTE LA COLONIA

En la revista “Puno Pedagógico” de Julio 1944, aparece un artículo muy interesante, y cuyo título es el siguiente: “Historia de la Primera Escuela Pública de Puno”, este artículo está firmada por el Dr. José Marroquín. El mismo que inicia diciendo:
“el cercado de Puno, que fuera un número de escaso número de indígenas ene. Incario i una concentración de aborígenes para fines tributarios en la época de las reducciones de Toledo, comienza a cobrar importancia desde que el Conde de Lemos (XIX Virrey del Perú), fundara la ciudad en 04 de octubre de 1668, erigiéndola en capital de la Provincia, que anteriormente lo había sido Paucarcolla i desde 1657, Laicacota. Siempre conuna población en su mayor parte aborígenes i unos cuantos españoles que trabajaban las minas cercanas a la ciudad, se desenvolvió la vida del indio sin una protección cultural por cerca de dos siglos, preocupados los dominadores hispanos de la catequización católica, encontraron un serio obstáculo en el habla nativa, que conservaron hasta ahora, los pobladores del altiplano. El deseo de desterrar las lenguas quechua i aimara e imponer el castellano para la enseñanza de la doctrina cristiana, dio origen a la primera preocupación del gobierno de España por implantar escuelas en sus dominios de indias a cuyo efecto dictó las reales cédulas de 18 de mayo de 1770, 28 de noviembre de 1772, 24 de noviembre de 1774 i 28 de enero de 1778, disponiendo “el establecimiento de escuelas de idioma castellanoen todos los pueblos de indios, para que en ellas aprendan a leer, escribir, i hablar, prohibiendoles usar de su lengua nativa i señalando para ello maestros en quienes concurra la cristiandad, suficiencia i buenas conducta que se requiere para tan útil i delicado ministerio, asignándoles el salario de pronto en lo que se paga de la real hacienda por razón de preceptoría en los pueblos donde estuviere corriente esta contribución, situando lo que faltare en los bienes i cajas de las comunidades i proponiendo a los superiores los arbitrios que consideren más oportunos para el sólido establecimiento de las mencionadas escuelas i disponiendo que en los conventos, en los monasterios i en todos los negocios judiciales, extra-judiciales i domésticos no se hable otra lengua que la castellana, i que cuiden de ello las justicias, prelados, amos o patrones de las casas” (cita recogida por Marroquín, sin mencionar fuente) i la del 5 de noviembre de 1782, fijando las rentas de su sostenimiento: “en los cuales si hubiere tierras de pan llevar separe un pedazo competente que se siembre i cultive por comunidad, i donde haya abundancia de ganado contribuyan los indios por una vez con una, dos o tres cabezas, según sus facultades, para que cuidando de ellos se haga un cometente fondo, con cuyo producto i el de la siembra i cosechas se satisfaga los costos de las escuelas; que para la dotación de maestros se apliquen en primer lugar los productos de fundaciones donde los hubiera, i para los demás de los bienes de comunidad conforme mandato por leyes: que los presidentes de audiencias cuiden la elección de maestros hábiles i asignación de dotaciones para ellos a proporción de los pueblos, su vecindario i circunstancias, i que los muy reverendos arzobispos concurran a este efecto por si i por medio de insinuaciones afectuosas a los padres de familia i encarguen a los curas i persuadan a los feligreses con la mayor dulzura i agrado la convivencia i utilidad de que los niños aprendan el castellano para su mejor instrucción en la doctrina cristiana i trato civil con todas las gentes” i circustancias; i que los muy Reverendos Arzobispos, reverendos Obispos concurran a este efecto por sí i por medio de insinuaciones afectuosas a los padres de familia i encarguen a los curas i persuadan a los feligreses con la mayor dulzura i agrado la conveniencia i utilidad de que los niños aprendan el castellano para su mejor instrucción en la doctrina cristiana i trato civil con todas las gentes". Estas disposiciones del Rey se cumplieron en muchas partes, según informó la Audiencia de Charcas, pero fue necesario que el Diputado por la Provincia de Puno don Tadeo Gárate, después su Gobernador Intendente, hiciera notar ante el Gobierno Español " la necesidad en que se halla dicha provincia de Escuelas de primeras letras por no haberse llevado a efecto lo mandado sobre la fundación de estos. útiles establecimientos; haciendo presente los crecidos males que produce la total ignorancia de estos dominios i la imposibilidad física en que se hallan los indios de poder adquirir el conocimiento necesario de los deberes del hombre para con Dios i pura con sus semejantes por falta de educación i de inteligencia del idioma castellano: solicitando que para remedio de los graves perjuicios que origina a la religión i al Estado la ninguna instrucción de esos naturales, se digne mandar erigir en cada pueblo una escuela pública, o al menos tres o cuatro en cada provincia, proponiendo para el pago de maestros los bienes de Comunidad de Indios, o en su defecto las mandas que hayan dejado los curas, corregidores, caciques i demás personas por cargos de restitución para reemplazar las fallas de Tributos". A estas gestiones, en 11 de junio de 1815, el Rey ''resolvió q' en la Capital de la Intendencia de Puno i sus pueblos cabezas del Partido se proceda desde luego al establecimiento de escuelas de primeras letras, las que deberán proveerse en la Capital por el Gobernador Intendente, Cura Párroco i Ayuntamiento, con previo informe de la idoneidad i buena conducta de los pretendientes, i en las cabeza de Partido, por sus respectivos Subdelegados, Párrocos i Ayuntamientos, quienes forjarán la dotación que hayan de tener, a cuyo efecto vino en aprobar el indicado arbitrio de cargo de restitución por fallas de tributos, supliéndose lo que falte por el caudal de propios o Cajas de Comunidad de cada pueblo, i no siendo bastante, por el medio que les parezca menos gravoso: con la calidad de que antes de ponerlos en ejecución den cuenta a la Real Audiencia del Cuzco, para que no habiendo inconveniente preste se aprobación interina; debiendo ésta darle cuenta de lo que apruebe con testimonio de las actuaciones para que se digne resolver lo que fuera de su soberano agrado".

Nombrado don Tadeo Gárate Gobernador Intendente de la ciudad i provincia de Puno en distrito de la Real Audiencia del Cuzco, recibió el encargo en 31 de mayo de 1817 de cuidar en la forma que se expresa del establecimiento de escuelas i uso del idioma castellano"; a cuyo efecto, reunió en la casa de la In-tendencia en 3 de marzo de 1818, al Cabildo compuesto por loa Capitulares Alcalde de Primer Voto don José Manuel Salas, de Segundo don Pedro Ignacio Morales, Síndico Procurador don Nicolás Ramírez de Tinajeros, i Cura de la Ciudad don Mariano Ortiz, exponiéndoles la urgente necesidad que había de poner sin dilación en planta el establecimiento de la Escuela de Primeras Letras en la Capital, i a efecto de que esta fuera erigida bajo unos principios ciertos, seguros i de perpetua estabilidad, previno que cada individuo del Cabildo e igualmente el Párroco, premeditasen medica más aparentes con respecto a las cualidades del maestro que se debía poner, su dotación i obligaciones i demás incidentes, para que acordados todos los particulares con madurez en el Cabildo que al efecto se había de celebrar el 6 del corriente procediese a la instalación de la Escuela, nombramiento de Preceptor i ritualidades precisas al efecto, dando cuenta de todo a la Audiencia del Distrito para su previa aprobación". Efectivamente, en 6 de marzo de 1818, se reunió el Cabildo, llegando a los siguientes acuerdos: convocar, mediante un edicto librado por el Intendente a los cinco Partidos, a los sujetos que quieran hacer oposición a la Escuela como Preceptor; examinar a los opositores sobre doctrina cristiana, las cuatro reglas de aritmética e instrucción en el arte de escribir con ortografía; dar el cargo al que además de haber demostrado aptitud haya observado sana moral en sus costumbres; firmar el contrato por cinco años, a cuyo término, el maestro en caso de no desear proseguir en la enseñanza, dará un aviso con tres meses en anticipación, para promoverse un nuevo concurso; asignar al maestro el sueldo de 35 pesos mensuales, más un aporte semanal de medio real por cada niño que no sea pobre, i fijar las siguientes atribuciones al preceptor: "enseñar a los niños la doctrina cristiana i su explicación por cualquier catecismo corriente aprobado; a leer, escribir i contar, prohibiéndoles el uso de otro idioma que no sea el castellano, i este cuidado se le encargará estrechamente bajo cargo de responsabilidad al Ayuntamiento por cualquier descuido que se hubiere notado; será de inspección del Preceptor la educación de los niños con principios políticos que al paso que los ilustren, loa mueva a guardar el respeto debido a los mayores, i especialmente a las autoridades que gobiernan a nombre de su Magostad el Señor don Fernando Séptimo sobre cuya soberanía i amor será precisa obligación del maestro, exhortarles con la más sana i suave doctrina, cerciorando a la juventud de su cargo sobre la obligación en que los constituyen el paternal afecto con que el Soberano se ha dignado proporcionarles las Escuelas públicas para su educación, esforzándose a adelantarles los conocimientos acerca de la Superioridad, de la grandeza i de la potestad regia, para que así criados los niños con esta leche, disfrute después el Estado en ellos unos vasallos fieles, rendidos i amantes últimamente, será de cargo del Preceptor presentar cada uño el día de San Fernando ante el Señor Gobernador Intendente de esta provincia, el Cabildo i Párroco, seis niños de los que hayan enseñado para que se examinen sobre la doctrina cristiana, i el adelantamiento que hayan tenido en escribir i contar; los que según manifestasen su instrucción serán premiados a costa del Ayuntamiento con una medalla de plata que tenga el busto de su Majestad Católica, reinante, i al reverso el lema; premio a la juventud aplicada. Para estimular el celo del Preceptor a la viva instrucción de los niños, se turnen por meses los señores que componen el Cabildo a visitar i rondar la casa o escuela de enzeñanza pública, empezando el cargo por el Alcalde de primer voto, para que así estando continuamente la infancia educada al frente del maestro i este a' te del ministro celador no se deje pasar ni la particular de un día sin consagrarla a la enseñanza, i suponiendo que las visitas deban ser frecuentes, i de fruto queda sentado que será de obligación en el Cabildante que turne, dar cuenta puntual al señor Gobernador Intendente de cuanto le parezca digno de estímulo o de remedio".El edicto, llamando a concurso para proveerse el cargo de maestro, que lleva la fecha de 27 de marzo de 1818, expresaba lo siguiente: "Don Tadeo Joaquín de Gárate, condecorado con la flor de Lis de los Amantes de Borbón, Intendente honorario de los Reales Ejércitos, Gobernador Intendente Vicepatrón Eeal, Sub-delegado de la renta de Correos i Protector del importante Cuerpo de Mínjfría de esta Provincia de Puno por su Magostad, etc —Por cuanto a mérito de repetidas Reales Cédulas de nuestros Soberanos, i particularmente la del Señor Don Fernando Séptimo que felizmente nos gobierna, dada en Madrid a once de junio de mil ochocientos quince e impetradas por mí en tiempo en que me hallé ejerciendo la Diputación de esta Provincia está concedida a esta Capital la instalación de una Escuela de primeras letras i en virtud de haberse tratado sobre los principales puntos de su establecimiento en varios Cabildos que para el efecto se han convocado conforme lo dispuesto por su Majestad. Por tanto, i habiendo oído a este Cuerpo i acordado con él lo conveniente, mando fijar este Edicto convocando a todas las personas que teniendo la necesaria instrucción para poder ser maestros, quieran hacer oposición a la que se va a abrir en esta ciudad el día 30 del próximo venidero mes de mayo, cuyo sueldo fijo de trescientos pesos asignado en el ramo de Propios i Arbitrios, en su falta de bienes de Comunidad, i en los de Real Hacienda si ambos tuviesen déficit, será pagadero por mesadas fuera de las pitanzas de medio real semanal con que cada niño ha de acudir al Preceptor a excepción de los pobres. Las circunstancias que para hacerlo han de concurrir, son las siguientes: la, aptitud por pericia en la Doctrina Cristiana, i su explicación según cualquiera de los Catecismos aprobados; 2a. que sepa leer con energía i puntuación i escribir bien con ortografía; 3a, que tenga completa noción de las cuatro reglas principales de la Aritmética, como son sumar, restar, multiplicar i partir; 4a, que la denotada instrucción deba acompañarse de costumbres religiosas, sanas i aparentes para educar i dirigir a la juventud inocente que se ha de fiar al cargo del Preceptor, a quien al tiempo de presentarse para serlo le corresponderá acreditar median!" una seria información su vida i costumbres. Bajo de estos presupuestos todos los que quisiesen tomar opción al enunciado destino de Maestro de primeras letras en esta ciudad deberán presentarse a para Gobierno dentro de treinta días contados desde la fecha, para que precedido examen i hecha la votación se libre título a favor del que obtuviera la pluralidad".

A este Concurso, verificado el 6 de mayo de 1818, sólo se presentó un vecino de Juli, don Pablo Valdez, quien reuniendo todas las condiciones establecidas, mereció ser nombrado el primer preceptor de la escuela que acababa de establecerce. De lo que se dio cuenta al Gobierno del Cuzco, para su aprobación? y a que "era necesario i útil el establecimiento de la enseñanza en la Capital i toda la Provincia de Puno, de la que había carecido en los siglos transcurridos desde su descubrimiento". Hubieron de mediar algunos meses para que, previos los dictámenes financieros de las Cajas Reales, el Fiscal de la Audiencia del Cuzco emitiera en 17 de noviembre de 1818 su informe favorable, que motivara el siguiente Auto: "Visto este Expediente en el Real Acuerdo de Justicia con lo que en su razón ha expuesto el Señor Fiscal de su Magostad; aprobaron interinamente la erección de la Escuela de primeras letras que para la ciudad de Puno a propuesto el Gobernador Intendente (le aquella Provincia; como también el nombramiento de Preceptor de ella a don Pablo Valdez bajo las Calidades acordadas en el acta de 6 de marzo anterior i sueldo anual de trescientos pesos que deberá deducirse del ramo de Propios i Arbitrios .de aquella ciudad, i por su defecto del residuo libre de los bienes de Comunidad de toda la Provincia, sin responsabilidad del Fisco en cualesquiera inesperada quiebra de dichos ramos: mandaron se le den al expresado Gobernador las gracias por tan útil i benéfico establecimiento, esperando de su celo lo haga
Extensivo a los pueblos principales de su mando; i luego el Decreto del Gobernador Intendente de Puno, del 29 de diciembre de 1818 extendiendo título al maestro de primeras letras don Pablo Valdez, "para que empiece a ejercer las funciones de su ministerio desde el dos de enero de 1818". La escuela que acababa de crearse, comenzó a funcionar oficialmente en esta fecha, bajo la preceptoría de don Pablo Valdez, quien, después de nueve meses de enseñanza, hubo de renunciar por enfermedad; i aún cuando en su solicitud exponía "el exterminio de su salud por malestares habituales que le amenazaban una muerte cercana", el Gobernador Intendente al aceptar la renuncia, ordenaba que ''Ayudante de Plaza asegure su persona en el Cuartel hasta nueva determinación de su Gobierno i se le tenga en clase de recluta hasta que se proporcione su remisión al servicio de las Armas del Rey". Esta orden del Gobernador fue cumplida inmediatamente, corriendo tan tríate suerte el primer maestro de la primera escuela de Puno.
Abierta a concurso la vacante producida, sólo se presentó como postulante en 14 de diciembre de 1819 don Manuel Salas, vecino de la ciudad de Arequipa, que se hallaba en Puno, desde hace tres meses, falto de recursos i deseoso de trabajar para sostener un nuevo hogar que había constituido con doña María Rodríguez. Reunido en 18 del mismo mes, el ayuntamiento compuesto por el gobernador intendente don Tadeo Gárate, el alcalde de primer voto don Juan Emeterio Cuentas, el segundo don Nicolás Ramírez de Tinajeros, el alférez Real Doctor don José Manuel Salas, el sindico procurador don Pedro Ignacio Morales y el padre cura Fray Manuel Paulet, se le nombró interinamente, i luego como titular, en la junta de 7 de enero de 1820, en que por unanimidad de votos se le calificó aprobado: “por haber demostrado suficiencia i ser notorias, públicas i constantes a los vocales las buenas costumbres del opositor.
Esta escuela de primeras letras subsistió en el cercado de Puno hasta 1828, siendo su último preceptor don Pedro Leyva, que ya figuraba como tal al proclamarse la independencia del Perú, el 30 de diciembre de 1824” (esta es una transcripción del artículo del doctor Marroquín, publicada en la rev. Puno Pedagógico correspondiente a Julio de 1944).

Hace pocas semanas, en el Archivo Reginal (sección Archivo Histórico) logramos un hallazgo importante para la historiografía regional, este hallazgo no sólo establece la fecha de la fundación (fecha en que el Conde de Lemos mandó formar un pueblo al costado del “Pueblo viejo de San Juan”) de Puno (9 se septiembre), sino que también pone a luz pública el nombre del primer maestro puneño, del mismo modo, establece el lugar de funcionamiento de la primera escuela pública instaurada en Puno como capital de Provincia, ello posterior al traslado del asentamiento minero de San Luis de Alva al Pueblo de San Juan de Puno (1668); en 1669 en el fondo cabildos-subprefectura del Archivo histórico se encuentra un valioso documento en el que “se solicita un terreno al costado de la cofradía para construir la casa de un maestro de niños y para una escuela” tal petitorio es aceptado y se emite un documento a favor de Miguel de la Torre, esta sería la primera escuela de Puno como capital de corregimiento, vale también hacer mención a que en este documento se mencionan las fechas precisas de la organización y de la distribución de los solares en la naciente capital. (Cabe hacer un reconocimiento a René Calsín Anco con quien compartimos este hallazgo de vital importancia para la historia regional)
Del mismo modo no se mencionan las escuelas creadas para naturales antes de la revolución de Túpac Amaru II en Paucarcolla y en 1783 en Ácora por parte del padre Lic. D. Joséf Orazu de Burunda, a quien se hecen reconocimiento en Febrero de 1788 (y la firma Antonio Poalien XXX- Ilegible), cuyas primeras líneas dice lo siguiente: “La notoriedad de los méritos del licenciado Dn Josef Orazu de Burundi cura y vicario eclesiastico de la mayor S.n Pedro de ácora inesta -provincia de Puno, hechos a ámbas majestades en el espacio de dies y seis años, ha, que fue de á dar los derechos del sumario, xxx (ilegible) las almas cometidas ami cuidado, practicarlas en la fee; exige se haga presente V.M. por haver producido los efectos de la pribada y publica felicidad, aun en aquellos tiempos que se representaron en ette Reyno la mas lastimera soena (xxx) de la rebelión. Guando parecía no rettaba a su pastoral (xxx) obligación que desempeñar, por haber sembrado la palabra de jesucristo con el mas afortunado acierto entre los feligreses de la doctrina de Paucarcolla, quesito primero, y la actual de Ácora; manejandose con amor, con prudencia, con desinterés, hasta fixar públicos carteles, cuando por complemento se erigió públicas escuelas para introducir el castellano idioma, como los asuntos mas encargados por las leyes; y cuando finalmente por su acrisolada conducta, honestidad, y cuidado merecida de su ytttmo prelado de las más sagradas confianzas, e importantes comisiones”, el documento es un tanto extenso, en él se hace un reconocimiento a este sacerdote por haber instaurado dos escuelas (uno en paucarcolla y otro posteriormente en Ácora).
Del mismo modo se dá la formación de escuelas en las distintas provincias y centros poblados (para ello nos remitimos a la documentación existente).

LA EDUCACIÓN EN EL PERÍODO REPUBLICANO

Este es el período en el que se da la “creación” del Colegio de Ciencias Y Artes por parte del libertador Simón Bolivar, se crea mediante decreto del 7 de agosto de 1825, no existe documento alguno en el que se haya trabajado sobre la fecha de inicio de este colegio, algunos hallazgos al respecto nos conducirán a mencionar que: “el día 11 de febrero de 1826, se nombra al preceptor del aula de latinidad para que así dicho colegio en lo posterior se instaure, siendo el catedrático de la misma el Dr. Teólogo Mariano Andia, y que se le pague por fondos de aquella en la tesorería pública (…)” (del libro tomas de Razón 1826-1827; fondo municipalidades, Archivo Histórico, archivo regional de Puno).Otra reflexión aparte es el documento en el que se menciona que Simón Bolivar sólo haya reconocido una escuela que ya funcionaba en esta parte del Perú, esta escuela habría podido ser instaurada por Simón Rodríguez (el maestro de Bolivar), quien luego de su estada por Azángaro se vino a vivir para Puno, este hecho sería de mayor importancia para la historia de Puno, ya que este colegio tendría importancia no sólo por la supuesta creación por parte de Bolivar; sino que además existe la posibilidad como lo dicen algunos documentos que habría sido instaurado por este insigne pedagogo que es considerado como el libertador de los espíritus de Latinoamérica.
Así mismo se encuentran los nombramientos de preceptores de primeras letras de las distintas provincias y centros poblados de esa época (paucarcolla, Juliaca, Azángaro, Ilave, Yunguyo, etc, la creación de la primera escuela para niñas en 1840 (el actual colegio “Santa Rosa”), su ratificación en 1870; la creación de la escuela del Dr, José María Miranda (en el que había estudiado José Antonio Encinas, son datos que faltan investigar o por lo menos ahondar hasta este momento).


JOSE ANTONIO ENCINAS Y LA ESCUELA NUEVA (881)


A principios de siglo, Puno fue una de las áreas de más ferviente indigenismo en el país. Entre 1900 y 1930 aparecieron diversos pensadores que imbuidos de un deseo de reivindicar al indígena escribieron innumerables trabajos en los que asumen la defensa de la población indígena y hacen frente al gamonalismo, condenándolo y luchando por libertades democráticas para los campesinos. A esta época pertenecen corrientes de pensamiento como la del grupo Orkopata, cuyos miembros a través del Boletín Titikaka, entre 1926 y 1930, acogen denuncias y apoyan iniciativas a favor del campesinado y contribuyen al desarrollo de una literatura indigenista.
En este contexto y entre los indigenistas puneños que más se preocuparon por la problemática de la educación indígena, tenemos a José Antonio Encinas, quien desde inicios de siglo planteara una de las más lúcidas propuestas a favor de una educación indígena enraizada en la cultura nativa. Encinas criticó acérrimamente la naturaleza extranjerizante del sistema que en ese entonces imperaba y lo habría mencionado de la forma siguiente:
“todo autóctono está olvidado. Es de mal gusto interpretar la música borigen. Las municipalidades prohíben o ponen todo tipo de obstáculos para que el indio continúe manteniendo sus danzas tradicionales…la policía castiga y multa a las indias que ingresan a la ciudad usando monteras…los flamantes doctores se graduan desertando sobre Dante o Shakespeare. Los que se llaman poetas cantan las glorias de Napoleón…aún no han nacido quienes debían cantar las excelencias de la raza o las bellezas del altiplano; o pintar la trágica expresión de la vida del indio, o resucitare la música colla, a cuyo compas danzaron”.
Ante esta situación Encinas proponía una escuela nueva, una escuela que preparara “una generación, que sintiendose unida al indio por tradiciones de raza e historia, conviviera con sus necesidades y con sus ambiciones. No debía ser una mera generación indiófila, destinada a defender al indio o a tenderle la mano por un espíritu de piedad. Nada de eso. La generación así educada fundiría sus sentimientos y sus intereses con los del indio”.
En el diseño de su escuela nueva, propuso una reforma del régimen de enseñanza, de los métodos y contenidos y del rol que debía cumplir el maestro. Al poner énfasis en la libertad del pensamiento y de acción y en la construcción de un espíritu de igualdad social y de solidaridad.

A pesar que la práctica de Encinas estuvo ligada sólo a la enseñanza de niños y jóvenes hispano-hablantes del medio urbano de Puno, sus escritos están plagados de planteamientos respecto de la educación rural, de tal modo que la escuela era el centro al que debía recurrir en busca de concejo, de apoyo y de protección ante el abuso, debía ser en todo caso su hogar. A la escuela no debía señalarse como meta la alfabetización, ni tampoco tenía por qué arrancar al indio del medio en el que vive, arrancarlo de sus diarias ocupaciones, no debía encerrarlo en cuatro paredes de una sala destartalada para luego someterlo frente a las 24 letras de un alfabeto que nada significaba para él (hacer esto era según el Dr. Luis Enrique López todo un absurdo y nosotros concordamos con él).
Creía Encinas también importante el diálogo acerca de la historia social, económica y religiosa de las comunidades campesinas con el fin de generar en los campesinos la reflexión y cuestionamiento de su estado actual de marginación y de los elementos que disponen para cobrar su libertad integral perdida.

En relación al estado en el que se encontraban los indígenas era clara la postura de Encinas. Recordemos algunos aspectos de la vida del poblador del ande en ese período de nuestra historia:
Los movimientos campesinos, las llamadas sublevaciones indígenas han atraído la atención de numerosos estudiosos. (según Tamayo Herrera) desde que Dora Mayer de Sulem escribiera su trabajo sobre las sublevaciones indígenas en Puno, estudios posteriores han profundizado este tema ignorado, algunos nombre importantes figuran del modo siguiente: Juan Bustamante Dueñas en 1867, el de la isla Amantani en 1884, el de Zepita y Pomata en 1904, el de Ilave en 1905, el de Chupa en Azángaro en 1909, el de Azángaro en 1910, otro en 1911, el de Pomata en Chuchito en 1912, el de Juli en el mismo año, el de Huancho Lima en 1923 (entre otros de similar importancia, podemos decir que son más de los 35 consignados por Hernán Jove y Alfonso Canahuire en su tésis : “historia del movimiento popular y sindical en el departamento de Puno” (sin considerar los movimientos posteriores como el de 1934, fecha en la provincia del cercado de Puno fue Proclamada como República Federal Independiente). En la imaginación de algunos historiadores esta visión de los movimientos campesinos aparece como monolítica, unitaria, será porque los gamonales fungían de historiadores y mediante sus diarios como el caso de Angelino Lizares Quiñones quien desde su diario “El Indio” atacaba y combatía sibilinamente a sus compañeros los gamonales, de tal modo que para estos “los gamonales abusivos” siempre eran los otros y ellos mismos, en tal sentido el problema de la tierra es el principal, de ella depende la subsistencia, y su futuro, es así que en 1921, El agente fiscal de Azángaro, el Dr. Adrián Cáceres Olazo, se queja de la falta de resguardo con la que tiene que actuar al practicar una diligencia derivada de la sublevación de “Calachaca” dice Cáceres Olazo:
“el juez ha sido atacado ayer cuando practicaba la inspección ocular prescrita por el artículo 133 del código de procedimientos en materia criminal, en la indicada hacienda calachaca; 400 indígenas armados de fusiles, revólveres y hondas, que prealidos de la poca pericia y preparación de los 7 gendarmes, que llevamos mal municionados, con dos fusiles inservibles y aprovechando la topografía del terreno pretendieron cercar a la comitiva oficial en el cacerío de la hacienda, habiendo sido necesario vencer la resistencia de varias carabinas que se oponían audazmente a nuestra salida”.

Así este problema es tratado por primera vez por el Dr. Encinas. En tal sentido, dirá encinas en la introducción de su tesis doctoral:
“…mientras el problema indígena se contemple bajo un aspecto superficial, la solución no sólo ha de ser falsa sino, aún, dañosa. Tal sucede con la tendencia de tratar de resolver el problema levantando el nivel cultural del Indio…la vida del indio se desliza a través de un conjunto de problemas jurídicos que no se ha siquiera intentado discutirlos, estos se relacionan con la estabilidad de sus propiedad comunitaria o individual, de su salario como simple obrero o como colono de sus haciendas”.

Hasta ese momento exponía Encinas en dicha tesis que poco o nada había variado la condición del indio desde la época del coloniaje, en la escala social ocupa, el indio, el lugar más bajo. Su actividad intelectual es ínfima. Y a pesar que el tema del sufragio había sido discutido ya en proyecto por José Galvez y Bartolomé Herrera este proyecto había sido dejado de lado por cuestiones de la clásica concepción de la inferioridad de las razas; pero para Encinas este derecho al sufragio no era suficiente, el indio necesitaba derechos más fundamentales que se rozaban con su libertad, con su propiedad, con su trabajo, con su familia. Entonces incorporar al indio a la vida nacional es otorgarle el amparo para el ejercicio de todos esos derechos, contemplando la típica desigualdad en la que se encontraba, entonces era necesario otorgarle un conjunto de leyes que lo hagan sentir miembro partícipe de la colectividad en que este vivía.

LA ESCUELA EN WANCHO-LIMA

Conocida es la revolución de Wancho Lima, muchos han trabajado al respecto,al respecto diremos que antes de la sublevación se levantaron escuelas, donde asistían alumnos adultos y muy pocos niños, al decir de algunos investigadores sociales, para que una revolución tenga éxito, lo primero que se debió hacer es ideologizar a la población, se la debió preparar y de ese modo los campesinos aprendieron a leer y a escribir, la gente mayor para defender sus derechos, debían de conocer el contenido de los libros escritos por los mistis y del contenido que tienen de toda la clase campesina. De ese modo se constituyó la escuela de Wancho Lima. En ella a excepción de Alberto Viveros no habían profesores mistis, todos eran profesores campesinos ilustrados quienes habían aprendido a leer y escribir en las ciudades de Tacna, Arequipa, Lima y Tarapacá. En virtud del entusiasmo desbordante de los pobladores, se levantaron varias escuelas con el esfuerzo y peculio de los campesinos. Pero la persecución a los campesinos por parte de los mistis no se hizo esperar, decían que los naturales no tenían derecho a prender y con ese fundamento deshicieron escuelas, asesinaron a los profesores y persiguieron a los alumnos. Premunido de un criterio altruista, el conductor del movimiento, Carlos Condorena arengaba a los suyos y diciendo, “si los mistis incendian 05 escuelas, nosotros levantaremos 10, y si queman 10 escuelas levantaremos 20”, pero fatalmente este deseo quedo en el aire, porque no todos los campesinos estaban de acuerdo, tenían miedo a la reacción de los mistis. En las escuelas se impartían conocimientos respecto a la forma de organización del Tahuantinsuyo, recuperación de las tierras, eliminar los abusos que imponían los mistis, y una curiosa constitución de una República dentro de la existente para el gobierno de los campesinos, con autoridades elegidos por ellos mismos, aprender el idioma oficializado para equiparase en las oportunidades que los mistis tenían.
A inicios del siglo XX fundaron en AÑA–AÑA, una escuela en la casa de Mariano Luque según unos, y según otros en la casa de Antonio F. Luque con la intervención activa de los hermanos Luque y otros, este centro educativo funcionó durante 04 años, si bien es cierto, existen memoriales sobre quejas de destrucción de escuelas en el Archivo regional, todavía no se han indagado exclusivamente sobre este punto, el material es escaso, las colecciones de los diarios de la época como lo son “el Siglo” y “el Eco” han sido saqueados sistemáticamente.

BIBLIOGRAFÍA

ENCINAS, José Antonio. “Un Ensayo De Escuela Nueva En El Perú”Edición Facsimilar 1986.
ENCINAS, José Antonio. “Causa de la Criminalidad Indígena en el Perú”, “El Problema Indígena” (ambas tesis).
Jove, Hernán y Canahuire, Alfonso: “historia del movimiento popular y sindical en el departamento de Puno- tésis
Palacios Ríos, Julián. “LA PEDAGOGÍA DE MAYKU QQAPA y MAMA OJJULLU” en el Boletín Titicaca. Puno,Julio – 1929.
Portugal, José.”Manko Kapak y Mama Okllo – educadores de la América precolombina”, en Puno Pedagógico N° 01, mayo de 1941
PORTUGAL CATACORA, José. “José Antonio Encinas, El Maestro De Los Maestros Peruanos”CONCYTEC-Lima-1986..
Tomas de Razón 1826-1827; fondo municipalidades, Archivo Histórico, archivo regional de Puno
Documentos de la sección prefectura- 1668, 1669, 1783, 1790. Dirección de Archivo Histórico - Archivo Regional de Puno.
Calsín Anco, René. “Escuela de Perfección” IPEJAE - Juliaca- 2003.
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1 comentario:

RUBEN dijo...

Bueno, me parece excelente la recopilación de la especialmente de la Escuela 881. Sería muy interesante elaborar toda la historia. Me agradaría contribuir pues soy un ex alumno de esta escuela en la época del Director Castor Vera Solano.